Mundaka (Vizcaya)
El pequeño pueblo marinero de Mundaka alberga seguramente la
ola más famosa de España, considerada por muchos la mejor ola de toda Europa.
Se ha convertido en un lugar de peregrinaje para surfistas de todo el planeta
desde que unos australianos a finales de los años 70 la descubrieran. Situada
en Vizcaya, en la desembocadura del río vizcaíno Oka, esta ola puede generar
tubos larguísimos sobre fondo de arena, algo muy poco habitual. Por su
orientación hacia el mar, la ola de Mundaka rompe con menos frecuencia que el
resto de olas de los alrededores. En otoño e invierno, cuando las grandes
marejadas golpean la costa Cantábrica, la ola suele ser sólo apta para
surfistas con un nivel alto. Si las aguas están más calmadas, el surfista de
nivel medio puede disfrutar perfectamente de olas sobre el metro de altura, tan
sólo hay que tener cuidado con las corrientes de la desembocadura de la ría.
Por su orientación hacia el mar, la ola de Mundaka rompe con menos frecuencia
que el resto de olas de los alrededores. Si esta no aparece, siempre puedes
surfear al otro lado de la ría, en la playa de Laida; ir a visitar la cercana
ermita de San Juan de Gaztelugatxe, situada en una isla y unida a tierra firme
por más de 365 escalones; o ir de pintxos a los bares frente a la Atalaya, el
mirador que da directamente a la ola de Mundaka.
Playa de Somo (Cantabria)
En Ribamontán al Mar, a tan sólo 30 kilómetros de Santander,
está la playa de Somo, una lengua de arena de casi cuatro kilómetros salpicada
por diferentes picos aptos para surfistas de todos los niveles. Salvo algunos
tramos concurridos en verano, es una playa solitaria donde se respira mucha
tranquilidad, un lugar perfecto para intercalar el deporte con el descanso
sobre su fina arena. Existen varias escuelas de surf donde uno puede iniciarse
en este deporte o dar un paseo en Stand Up Paddle por la cercana ría de Cubas,
una travesía apta para todas las edades. En la época estival se pude cruzar en
barco a la cercana Santander, una ciudad elegante y acogedora donde se puede
disfrutar de un paseo por el parque público de La Magdalena, en el que se
pueden ver pingüinos, focas, leones marinos y patos, o tomarse una copa en las
numerosas terrazas que salpican su paseo marítimo.
Zarautz
Zarautz cuenta con una de las playas más emblemáticas del
País Vasco y la más larga. En sus aguas se han forjado los mejores surfistas
del Cantábrico, como por ejemplo Aritz Aranburu, uno de los 32 integrantes del
selecto grupo que compite en el campeonato del mundo de surf (WCT). En sus más
de dos kilómetros y medio de longitud, los surfistas de todas las edades y
niveles pueden disfrutar de olas durante todo el año. Es una playa ideal para
surfear, en la que no hay grandes corrientes y sus olas son buenas en todo tipo
de mareas. La zona del paseo marítimo es la más frecuentada, pero a nada que camines
un poco hacia el otro extremo la paz se apropia de la playa. Zarautz es un
pueblo bullicioso en verano, famoso por sus fiestas. Si quieres algo más de calma puedes acercarte al próximo
pueblecito de Getaria, lugar de nacimiento de Juan Sebastián Elcano, para
disfrutar de las vistas del puerto mientras comes un buen pescado en uno de sus
numerosos restaurantes. Muy cerca de ahí, entre la carretera que une Zarauz y
Getaria, rompe una de las olas más peligrosas del Cantábrico, llamada Roca
Puta, y que sólo llega a romper con las marejadas más fuertes del invierno.
La Barceloneta (Barcelona)
Aunque la gente no lo crea, en el Mediterráneo también hay
olas. No aparecen con tanta frecuencia como en el Cantábrico o en el Atlántico,
pero tienen la ventaja de que sus fondos son más sólidos y constantes. La playa
de la Barceloneta, situada en plena ciudad de Barcelona, es un ejemplo de ello.
Las olas en esta playa urbana suelen aparecer en invierno, entre noviembre y
abril, y sus picos suelen estar abarrotados de gente. Si buscas más
tranquilidad, sólo tienes que coger el tren de cercanías de RENFE, que
transcurre por la costa, y bajarte en el lugar que más te guste. Vilassar o
Montgat son dos de las playas cercanas a Barcelona con mejores olas.
El Palmar (Cádiz)
El Palmar es uno de los lugares más conocidos del sur de
España para la práctica del surf. Sus más de 4 kilómetros de litoral son
ideales para surfistas de todos los niveles, con olas tanto de derecha como de
izquierdas. La mejor época para encontrar olas en Cádiz es entre noviembre y
marzo, cuando las grandes marejadas golpean la parte occidental de la península
ibérica. Dos placeres que tampoco te puedes perder son, primero, comer en uno
de los numerosos chiringuitos que hay en la playa, o relajarse viendo como el
cielo se tiñe de increíbles colores con la puesta del sol.
El Quemao (Lanzarote)
Frente al espigón de La Santa, al norte de la isla de
Lanzarote, Canarias, rompe una de las olas más temidas de todo el Atlántico. La
fuerza y potencia con la que rompe sobre el afilado fondo de lava volcánica y
la poca profundidad existente, hace que esta ola sea recomendada sólo para los
surfistas más experimentados. A menudo éstos salen con algún que otro corte,
pero la posibilidad de hacerse el tubo de su vida hace que merezca la pena. A parte
de este lugar, Lanzarote cuenta con otras muchas olas más recomendables para el surfista de nivel
intermedio (Famar, por ejemplo) así como un sinfín de actividades. El Parque
Nacional Timanfaya es una actividad obligatoria si vais a Lanzarote. Sus paisajes
de parecido marciano, fueron creados por el volcán Timanfaya, en sus
alrededores os podéis dar un paseo en camello o comer platos canarios cocinados
con el calor del propio volcán.
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